Sobre el miedo y su evolución: una perspectiva parasociopsicológica. (parte 2)
Por: Gustavo Torres G. Parte 2 Miedo al dolor. Si bien el placer de vivir está dado mayormente por la posibilidad de percibir el mundo a través de los sentidos, la capacidad de modificar la naturaleza a nuestro antojo o conveniencia, desencadenó un desafortunado malentendido entre lo que se volvió parte de la solución a necesidades mínimas de supervivencia, o lo que simplemente devolucionó en caprichos. Me explico: para resguardarse de los peligros de la naturaleza, nuestros antiquísimos antepasados recurrieron a la síntesis del refugio natural; abstrajeron la idea de la cueva, ese lugar confortable en las laderas de cerros y demás accidentes geográficos, crearon su propia versión de éstas pero con la ventaja de ubicarlas en lugares abiertos, sin depender del azaroso hecho de que exista tal cueva. Y entonces las cavernosidades artificiales fueron agrandando y complejizando hasta el punto de lo ridículo. ¿Una mansión de mil metros cuadrados para una familia de tres individuos