Por:
Gustavo Torres G.
Anne
Rice es LA autora de novelas de vampiros. Fans de Crepúsculo,
absténganse de leer este artículo, o mejor dicho... quédense para
aprender lo que es bueno. Lo
dicho, si lo que buscas es una buena novela de chupasangres
inmortales y seductores, la mejor opción es conocer la saga de
Lestat y el resto de fabulosos personajes creados por esta autora
estadounidense; no solamente son excelentes novelas, perfectamente
escritas, planificadas, sino que tienen el valor literario del que adolecen muchas de las sagas juveniles contemporáneas que han
intentado abordar la temática sí con muchísimo éxito comercial,
pero con resultados sinceramente paupérrimos en aspectos técnicos,
estilísticos y de lenguaje, sin mencionar las ridículas premisas
argumentales con las que intentan vendernos sus historias.
Entre
las novelas únicas de Rice, aquellas que no tuvieron continuación o
se encontraron en el mismo universo, encontré “El sirviente de los
huesos”, cuyo planteamiento me atrapó nada más por la ubicación
temporal y la referencia histórica (me chifla, perdón por la
expresión, todo lo relacionado con las culturas originarias del
Tigris y Éufrates), además, claro de la reputación de su autora.
Este libro narra con gracia y mucho estilo la vida de Azriel, un
hombre que viviendo en la época de esplendor de la cultura
mesopotámica, tiene la habilidad de entablar conversaciones con
Marduk, el poderoso dios babilónico, y que, en la tranza de unos
sacerdotes de sospechosas intenciones, termina siendo sacrificado por
motivos que prefiero no revelar al lector, pero que es conveniente
aclarar, tanto en la forma de sacrificio, como en los resultados del
mismo, Anne Rice demuestra por qué es una maestra de la narrativa
fantástica, dibujando con detalle y exquisitez las formas y momentos
en que el protagonista termina convirtiéndose en un algo, no sabemos
si ángel, demonio, genio o espíritu, tan poderoso que es capaz de
rivalizar en fuerzas y habilidades con el mismísimo panteón de
divinidades sumerias.
En
la convención de Azriel y todo lo que representa su existencia, la
trama va avanzando en el tiempo, moviéndose en el espacio,
detallando aprendizajes y desventuras hasta entender su condición
como desgracia, mas no como fortuna; aun con la casi omnipotencia del
demonio angelado, saberse indestructible se vuelve peor noticia que
la propia promesa de muerte para el resto de los mortales. Hasta su
llegada a nuestros días, el propósito de su existencia no dejará
más que preguntas y cabos aparentemente sueltos, mismos que van
haciendo una historia sumamente emocionante y que en algunos pasajes,
da rienda suelta a la imaginación de la autora, sin que eso
signifique la pérdida de coherencia o la ganancia gratuita de
absurdos o recursos que rompen las reglas aristotélicas de la
literatura.
En
definitiva, los puntos fuertes de esta obra pasan por la estimulación
de la mente del lector valiéndose de lo mejor que Anne Rice tiene
como autora: desenvolver con sensualidad las bajas pasiones de sus
personajes sin reparar en moralidades sin sentido, priorizando con
mesura, claro, todo lo exótico y erótico que puede ser un ángel
con permisos de diablo y apetitos absolutamente animales, todavía
sin perder su naturaleza metafísica.
Puntos
negativos, muy pocos: las situaciones pierden fuerza después del
tercer cuarto del libro, se vuelve un texto monótono y unitemático,
triste si se piensa en las posibilidades argumentales que la propia
escritora generó durante toda la primera mitad. Si bien el final es
relativamente sorpresivo, resulta poco creíble en función del
personaje que acapara la casi totalidad del volumen del texto, que a
decir verdad, también podría considerarse un punto negativo, eso de
no aventurarse a cambiar de derroteros con el delicioso bufete de
personajes secundarios que, debe decirse, son buenísimos, cargados
de carisma y personalidad.
Si
lo que buscas es un libro emocionante, bien narrado y entretenido,
este puede ser, pues me parece que el mejor de los halagos posibles es
el hecho de ser único en su tipo, pues no es propiamente una
historia vampírica, aunque se tome cierta esencia de la realidad de
los mismos. Tampoco es un texto tan profundo como para huir a la
primera de cambio, pero como dije, es Anne Rice y eso es garantía de
historias bien contadas.
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